Las ONG y los derechos humanos en Malasia, una acción humanitaria limitada

por Jorge Franco Freytter

Las Organizaciones no gubernamentales comenzaron su trabajo en el Sudeste Asiatico durante la década de 1970, principalmente, en respuesta a las imposiciones leyes marciales y a la prohibición al derecho de asociación en varios estados. En Malasia, la presencia y accionar de las ONG es limitada, sobre todo por la aplicación de leyes represivas que prohíben su libre desarrollo. Las principales ONG se concentran en las zonas urbanas y se manifiestan a favor de los consumidores o del medio ambiente, como lo son la Consumers Association of Penang (CAP), la Malayan Nature Society y la Environmental Protection Society[1].

Pero, fueron la crisis económica de los años 1997 y 1998 y la denominada «Batalla de Seattle» en 1999, los que pudieron realmente haber beneficiado en el Sudeste asiático el desarrollo y posterior consolidación de las organizaciones non gubernamentales y de los movimientos locales de contestación social y económica[2].

Derechos humanos y la Ley de la Seguridad Interior (ISA)

A pesar de las múltiples detenciones arbitrarias y violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades militares y de policía de Malasia, las organizaciones se agrupan en mujeres que se movilizan en temas como la violencia de genero, trabajo y derechos reproductivos, también están las organizaciones de migrantes, de usuarios de servicios públicos e incluso periodistas independientes han continuado trabajando de la mano de las tradicionales organizaciones internacionales de occidente, como Amnistía Internacional, Reporteros sin Fronteras y Human Rights Watch y a ellos se les suman otras organizaciones que tienen su accionar en Hong Kong, Tailandia o Bangkok para poder denunciar el Internal Security Act (ISA) o Ley de la Seguridad Interior, que reprime a manifestantes y a opositores del gobierno(Video)[3].

Aun así, los limitantes del accionar humanitario siguen siendo grandes debidos a que el gobierno sigue desarrollando su campaña de detenciones, esta vez con la llamada lucha contra “el terrorismo” y basados en apartes de la constitución malaya que se rige en su mayoría por las restricciones que el gobierno considere necesarias aplicar en interés de la Federación malaya o en parte de ella[4].

En 1971, se modifica la Ley de sedición, donde se definen claramente los limites a las actividades de la oposición y se limitan a cuatro puntos como son: los derechos de los malayos, los derechos de ciudadanía de los no malayos, la situación del idioma nacional y el Islam, tambien los derechos y privilegios del rey y de los sultanes[5].

En ese orden de acciones, el gobierno detuvo el 6 de mayo de 2008 a Raja Petra Kamaruddin, fundador y editor del sitio Web más popular de Malasia el “Malaysia Today”, quien fue privado de la libertad bajo el Internal Security Act acusado de sedición por publicar, un artículo titulado « Mandemos al infierno a los asesinos de Altantuya Shaariibuu » (« Let’s send the Altantuya muderers to hell »), en el articulo el periodista, expresa sus sospechas de que, Najib Abdul Razak, viceprimer ministro y su mujer, tenian algo que ver con la muerte de la modelo Altantuya Shaariibuu.

Fue por eso que organizaciones como Hermanas en el Islam, protestaron fuertemente frente a este acto[6], así como también Reporters sans frontières – Malaisie, manifiestan contra la detención de Raja Petra y ellos tambien manifiestan por la libertad de expresión en la Internet y mantienen en vigilancia a Malasia como opresor de este medio. Luego de todas estas presiones, el blogguer fue puesto en libertad.

Otras manifestaciones contra el gobierno, tambien se hacen sentir en el seno de las instituciones academicas, donde le gobierno queria en el 2008[7] impedir que otras etnias diferentes a la malayo-musulmana estudiara en la Universidad.

Muchas han sido las intervenciones de las organizaciones internacionales y nacionales para hacer respetar los derechos y libertades humanas en Malasia, pero pocas han sido las manifestaciones de buena voluntad del gobierno, aún si Malasia, es uno de los miembros del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU[8].

Quizás el fortalecimiento de una convención regional dirigida desde la Asociación de las Naciones del sudeste asiático (ASEAN) podría ser un escenario interesante para que la puesta en marcha de una serie de normatividades y organismos de vigilancia sobre derechos humanos tenga mas efectividad a la hora de la acción non gubernamental.

[1] Loh, Francis. 2005. «  les ONG et les mouvements sociaux en Asie du Sud-Est »,  On-line http://www.social-movements.org/fr/node/view/555 (pagina consultada el 01 -07 -2009)

[2] Encarnación, Teresa y Tadem, Eduardo. 2003. « Globalización de las resistencias  – El Sudeste Asiático » http://www.social-movements.org/es/node/view/320 ( pagina consultada el 4 de junio del 2009 )

 [3] (pagina consultada el 6 de junio de 2009 )

[4] http://confinder.richmond.edu/admin/docs/malaysia.pdf  (pagina consultada el 5 de junio del 2009)

[5] Lyons, Lenore. 2007 « L’organisation au service des droits des travailleurs migrants :

le militantisme transnational à Singapour et en Malaisie   », On-line http://ro.uow.edu.au/artspapers/172  (pagina consultada el 01 -07 -2007 )

[6] http://www.sistersinislam.org.my/index.php?option=com_content&task=view&id=775&Itemid=194

(sitio consultado el 5 de junio del 2009 )

[7] http://www.adn.es/ciudadanos/20080813/NWS-0513-Gobierno-universidad-exclusiva-minorias-estudien.html  (pagina consultada el 1 -07 -2009 )

[8] http://www.un.org/spanish/aboutun/organs/ga/60/elect/hrc/  (sitio consultado el 4 de junio del 2009 )

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